Esta anécdota es de apenas enero de 2021.  Resulta que  desde hace meses tenía planificado un viaje a mi país.  Yo soy chileno pero vivo en México hace años.

La pandemia del Corona Virus no me permitió viajar en 2020, y desde varios meses ya tenía decidido ir a Chile… coticé en varias líneas, varias combinaciones y me decidí por la panameña Copa Airlines.

Siempre buscando lo más económico, compré un vuelo en Aeroméxico desde Villahermosa a la Ciudad de México, llegando a la capital como a las 7PM… el siguiente vuelo a Panamá saldría a las 9AM del día siguiente… si, tuve que esperar toda la noche.

En tiempos normales, sólo compras tu boleto, esperas el día, haces maletas, te vas al aeropuerto, documentas y te subes al avión… sencillo… pero con pandemia la situación fue bastante distinta, sobre todo para ir a Chile, un país que se toma todo muy en serio.

Resulta que para entrar a Chile, habían varios requisitos:

  • Prueba PCR con resultado negativo, en donde la muestra tenía que tener como máximo 72 horas hasta el último vuelo a Chile… es decir, como el último vuelo a Chile sería el PANAMÁ – SANTIAGO, esas 72 horas tenían que contarse hasta ese vuelo.
  • Seguro de salud que cubriera durante toda mi estadía la cobertura para el corona virus, por un monto X (creo que eran 15 mil dólares).
  • Cuarentena obligatoria en Chile de 10 días, la cual se podía terminar al séptimo día si me hacía una prueba PCR y saliera negativa
  • Declaraciones juradas tanto en México como en Chile
  • y todos los protocolos como uso de cubrebocas, distancia, etc., etc.

Me centraré en ese primer requisito, la prueba PCR que es el tema principal de este post.

Resulta que ese vuelo de Panamá a Santiago, saldría de la capital panameña un domingo a las 4 de la tarde, por lo tanto, la prueba PCR debía tomármela a partir de las 4PM del día jueves.  Así lo hice, y para darle más tiempo por algún posible retraso en los vuelos, me tomé esa prueba e día viernes en la mañana, y el resultado me lo tendrían esa misma noche o a más tardar al otro día sábado antes de medio día.

Todo salió muy bien, el resultado de la prueba me llegó a mi correo el día sábado en la mañana, era negativo, así que lo imprimí 3 veces para llevarlo a mi viaje…

A la Ciudad de México saldría alrededor de las 6 de la tarde en un Embraer E 190 Aeroméxico ese día sábado;  y esta prueba PCR era el ultimo requisito que tenía pendiente, así que ese sábado, saliendo de mi trabajo llegué a la casa a terminar mi maleta y salir por fin al aeropuerto y empezar este viaje que tenía preparado desde hace varios meses, ya que con pandemia los requisitos podían cambiar en cualquier momento, los horarios de los vuelos sufrieron modificaciones varias veces, etc… la verdad fue bastante estresante la espera de todos estos meses, pero bueno, ya había llegado el día.

Cuando viajo pienso en todo, y una de las cosas que me tenía un poco preocupado era la toma de fotos… ahora tengo un iPhone con memoria sólo de 32 GB, y con éste tomaría todas mis fotos.. y como 32GB era algo reducido, pensé en varias formas de tener más espacio disponible para tomar fotos en los aeropuertos, aviones, etc.  Decidí quizá de una manera poco correcta, llevarme una laptop (notebook) de mi trabajo… es un equipo pequeño que ya no se utiliza, es bastante lento, pero funciona muy bien… lento pero bien…  además me llevaba varios USB con mis cosas, conectores y una memoria con conector lightning que puede intercambiar archivos desde mi iphone a cualquier computadora… todo esto pensando en las fotos y videos, es decir, si por ejemplo mi teléfono se quedaba sin espacio, copiaría esos archivos a esta memoria USB y luego en la laptop, para tener más espacio.

Llegando a la Ciudad de México eran apenas las 7 u 8 de la noche.. y mi siguiente vuelo estaba marcado a las 9AM…  tuve chance de ir donde un amigo que cordialmente me invitó, pero eso significaba tener que moverme de noche y cruzar prácticamente toda la ciudad, y al otro día levantarme máximo a las 5AM para moverme al aeropuerto, o sea, era bastante complicado, así que decidí hacer algo que ya antes lo había hecho: pasar la noche sentado en alguna sala del aeropuerto.

Así lo hice… pasé frío, hambre y un aburrimiento tremendo, aunque esto último no era tan grave ya que al no viajar diariamente esta espera es hasta entretenida.  Traté de dormir pero era prácticamente imposible, ya que siempre está el temor que te roben algo o bien que te duermas demasiado profundo y se te pase la hora de documentar o bien que por altoparlantes avisen que tu vuelo cambió de horario y te dejen abajo… por eso no pude descansar casi nada.

Cuando comenzó a amanecer, después de una eternidad, pude ver que comenzó el movimiento en la ventanilla de Copa Airlines, así que me acerqué e hice la fila de unas 6 o 7 personas que estaban antes de mi.

Mientras esperaba que la fila avanzara, y aquí un paréntesis, todo iba demasiado lento, ya que eran muchos documentos los que estaban revisando, ya que como no todos los pasajeros íbamos a un mismo destino, imagino que los funcionarios de Copa tenían que comprobar los requisitos de cada país para poder documentar a cada pasajero.  Pude ver como varias personas discutían con los funcionarios de Copa y luego salían de la fila… eso me preocupaba, pero al mismo tiempo estaba muy tranquilo, porque cuidé cada uno de los requisitos… mi prueba PCR, mi seguro, declaraciones, etc…

En un momento, otra persona de Copa fue recorriendo la fila haciendo una pre revisión y cerciorarse que todos lleváramos lo necesario… A más de la mitad de la gente los sacaron de la fila, todos molestos y decepcionados… Cuando llegó a mi lugar, revisó todo y hasta me felicitó que llevara todo en regla, yo le dije que tengo planificado este viaje desde hace meses y que he estado monitoreando los requisitos casi a diario, así que era imposible que llevara algo mal.

Cuando por fin me toca el turno de pasar a la ventanilla para documentar, yo muy tranquilo porque ya la otra persona me dijo que todo estaba bien, resulta que la señora que me documentaría, al ver mis papeles me dice “aquí tenemos un problema, no podré documentarle”… en ese momento me quedé en shock, pensé que era una broma, pero continuó diciendo: “Su prueba PCR no tiene la hora de la toma, no podré dejarlo abordar el avión”… Yo, aún en shock le dije que eso era imposible, que por eso me tomé la prueba un día viernes, y que ese domingo estaba totalmente dentro del plazo de las 72 horas que pedían, incluso en el documento menciona claramente el día de la toma.  Pero ella insistió, diciendo que en Chile son muy rigurosos, que no me iban a dejar entrar al país, y que de hecho ya habían regresado a familias enteras porque en su prueba PCR no llevaba la hora de la toma.

Yo, ya un poco molesto le pregunté: entonces, ¿Qué puedo hacer? ¿Qué solución me propone?, a lo que me responde que lo único sería cancelar el vuelo, ir a otro laboratorio para hacerme una nueva prueba y regresar al aeropuerto, que no me cobrarían ningún recargo en el nuevo vuelo que tomara.

Yo me molesté y seguramente se me bajó la presión, porque esto significaba retrasar mi vuelo, perder horas valiosas, gastar en una nueva prueba PCR que sería mínimo 2 mil pesos mexicanos, etc.  La verdad me sentí enojado, con impotencia porque tenía todo listo, todo planificado hasta el mínimo detalle.., incluso pensé en el fierrito para abrir el celular en Chile y poder introducir el chip que comprara allá… así de detallado todo.

En ese mismo momento le pregunté a la señora si sería válido comunicarme al laboratorio donde me hice la prueba y me enviaran una copia al WhatsApp mencionando la hora, y me dijo que si, que era completamente válido.

Me quité de la ventanilla porque ya se pusieron a atender a los que iban detrás de mi… llamé al laboratorio pero fue imposible comunicarme, lógico, eran las 6 o 7 AM de un día domingo, era imposible… además les envié un correo solicitando esa copia urgente (que al día de hoy, 4 meses después jamás contestaron… tache para Laboratorios Chontalpa).

Luego de estas 3 o 4 llamadas sin éxito al laboratorio se me ocurrió la brillante idea de editar yo mismo esta prueba… así que envié mensajes a 3 compañeros de trabajo que sé que pudieron haberlo hecho, pero vuelvo a lo mismo… era domingo, eran las 6 de la mañana, era difícil… pero en ese momento caí en la cuenta que en mi mochila llevaba una notebook, así que me fui más que rápido a la zona de comida donde hay sillas, mesas y conectores y la encendí… con la mala suerte que esa computadora no tenía la aplicación NITRO PRO, que es la que usamos en el trabajo para editar PDF… pero!!! en mi misma mochila cargaba todas mis memorias USB, en las cuales tengo una copia del instalador de esa aplicación, así que la instalé… tardó pero se instaló… abrí el PDF y justamente debajo de donde decía la fecha de la toma, agregué la hora… puse la hora correcta, o sea, la hora cuando justamente fui a hacerme la prueba… Con esto quise ser lo más honesto posible… sería un documento falsificado, pero honesto.

Una vez hecho, y aprovechando los conectores que traía en mi mochila (bendita mochila) pude pasármelo al celular.

Apagué laptop, guardé todas mis cosas y me fui de regreso a la ventanilla de Copa Airlines, en donde ni siquiera hice la fila, sino, me fui directo donde esta señora diciéndole que ya me había comunicado con el laboratorio y que me habían hecho el gran favor de enviarme por WhatsApp la prueba mencionando la hora.  Le di el celular, lo tomó, le hizo zoom a la hora, la leyó, hizo sus cálculos y me dice “Ok. ya con esto no tendrá problemas” y me pidió el pasaporte, subir la maleta y todo para documentar.

Mientras me hacían el trámite de documentación, sentí un alivio tremendo, fue la verdad muy estresante todo… Ya con mi pasaporte y el papelito de la maleta en mano me retiré de ese lugar, les avisé a mis familiares y me dirigí a la sala de abordar, donde hice la última espera para subirme por fin al Boeing 737-800 de Copa que me llevaría a Panamá.

Hice la escala en Panamá y luego tomé el vuelo a Santiago, todo normal, todo tranquilo.

EN CHILE.

Llegando a Chile la fila era bastante larga, ya que a cada pasajero le revisaban todo.  Tuve la suerte que me pasaron a una fila donde habían no más de 4 personas, así que fue sumamente rápido.

Cuando tocó mi turno pensé en darles el celular para mostrar la PCR “falsificada”, pero no, les di la misma que llevaba impresa, y si me decían algo les explicaría lo que sucedió y les mostraría el celular… pero no, revisaron esa PCR que no llevaba la hora y no me pusieron ningún problema, luego me explicaron sobre las medidas de seguridad, de mi declaración diaria de ubicación, cuarentena y ya… pasé todos los filtros y en menos de lo que pensaba ya estaba fuera, ya en Santiago de Chile gracias a Dios.

El resto del tiempo que pasé en el aeropuerto fue para comprar unos cuantos pesos chilenos, luego comprar un chip para el celular y comunicarme con una prima que me hizo el favor de irme a buscar al aeropuerto y llevarme a su casa donde dormí una noche.

Y eso es todo… esa fue la anécdota de mi viaje a Chile de enero 2021, muy estresante pero hermoso.

Ya para el regreso no tuve absolutamente ningún problema, todo tranquilo, todo perfecto.

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