Nunca había salido de Chile, jamás había viajado en avión… y la verdad es que hacía tiempo tenía muchas ganas de conocer otro país, otras culturas, etc., incluso tenía pensado ir a Mendoza, Argentina que está cerca, pero jamás hubo algún amigo que me quisiera acompañar… por eso, apenas tuve una oportunidad de salir de Chile, la aproveché y viajé por primera vez … esta vez a México, a la ciudad de Monterrey.
Coticé en varias agencias… desde aquí ya era todo nuevo… jamás había hecho esto y eran términos totalmente desconodicos… el hablar de “vuelo”, de “líneas aéreas”, de “dólares”, etc. era algo novedoso, algo muy lindo… calcular valores de dólar a pesos chilenos, en fin. Al final compré boletos en la línea aérea COPA, que son panameños…
En día antes del viaje, La U de Chile jugaba su partido final en Santiago, que con un empate se coronaba campeón… creo que el partido era en contra de Santiago Morning, el resultado fue empate y salimos campeones… que alegría, que emoción…


Al otro día, mis papás y mi hermano se regresaron a Talca… así que los fui a dejar al terminal Alameda en Santiago… yo me quedé todo el día paseando por la ciudad capital, y finalmente me fui a casa de mi tío_Ipe… el vuelo era en la madrugada del día siguiente…
Aeropuerto, comienza la nueva experiencia
Cerca de las 2 AM me fui en taxi al aeropuerto… todo nuevo… el aeropuerto lo conocía porque una vez fui a conocerlo sólo por fuera, todo era nuevo para mi.
Cómo anécdota: cuando bajé del taxi con mi bolso (porque ni maleta llevé), se me acercó una persona y sin preguntarme subió mi equipaje a un carrito y me preguntó qué línea aérea iba a utilizar, contesté -“COPA”-; seguido a ello el señor caminó hacia dentro y yo lo seguí. Me dejó en una fila de personas que estaban esperando ser atendidas en un mostrador que tenía el logotipo de Copa Airlines; pero esta persona se quedó esperando una propina, pero yo, totalmente novato en este tipo de cosas… “totalmente huaso”, tomé mi monedero, saqué 2 monedas de 100 pesos y se las di (ojo, fue en el año 1999)… fue chistoso porque el hombre miró las 2 monedas, hizo un gesto de desagrado, se dio media vuelta y se fue. Fue muy cómico porque quizá él esperaba un dólar, o al menos 500 pesos de propina.
Cuando llamaron a abordar, fue una emoción muy grande, era primera vez que caminaba por una manga y me subía a un avión. En ese momento ni puse atención al modelo de avión, ni siquiera supe si era un avión chico o grande, si tenía 1 o 2 pasillos. Ya muchos años después supe que fue un Boeing 737.
Cuando la aeronave se puso en marcha fue una sensación totalmente nueva, fue impresionante para mi la velocidad que toma el avión antes de elevarse, jamás mi cuerpo se movió tan rápido… era una experiencia extraordinaria. Igual que el modelo del avión, muchos años más tarde supe que esa velocidad es de unos 250 kms. por hora.
Mi hermano, sin haber volado en esa fecha, siempre me dijo que lo más terrible es el despegue y el aterrizaje… pero la verdad que no… fue algo muy normal, tanto despegar, ir en el aire y el aterrizaje… no fue para nada traumático como otras personas comentaban… el primer aterrizaje fue en el aeropuerto de Tocumen de Ciudad de Panamá, fue muy lindo ya que el avión tiene que dar una vuelta por la bahía de este país y pude ver los edificios y las carreteras… fue muy lindo todo.
Panamá
En Panamá yo era “pasajero en tránsito” cosa que jamás había escuchado… estuvimos aquí creo que 2 horas antes de tomar otro avión a México.
Y aquí otra pequeña anécdota:
Resulta que el avión llegó a una puerta que está en esa sala en forma circular (ver imagen), y la puerta de mi siguiente vuelo era ahí mismo, en esa misma sala, pero dos o tres puertas más a la derecha. Yo no sabía que podía caminar por toda el “área estéril” del aeropuerto, es decir, ese techo que se ve de color azul en la imagen… pero no, me quedé en esa sala redonda todo el tiempo. Ya en el vuelo de regreso, la escala fue de aproximadamente 1 hora y si caminé por ese pasillo y pude conocer un poco más de este aeropuerto.
México City
En México, fue muy lindo… todo, absolutamente todo nuevo y hermoso. Caminar por un nuevo país, ver los vehículos, el transporte, el metro, etc. Todo nuevo, todo bonito… un mundo totalmente distinto a lo que siempre viví y la verdad me encantó… es lo máximo poder viajar.
Como mi vuelo llegaba a Ciudad de México, a Monterrey viajé en autobús, ya que el presupuesto no me alcanzó para el avión. Ese viaje de ida (Cd. México > Monterrey) fue en la noche, así que dormí casi todo el viaje… fueron 12 horas…
El regreso a México D.F.
De regreso a Cd. de México, el viaje duró 14 horas… Salí de Monterrey a las 7:30 AM y llegué a la capital mexicana a las 21:30… catorce horas… todo el día viajando… dormí muy poco, y la verdad fue bastante aburrido, ya que para empezar iba completamente solo y segundo porque no conocía, no tenía idea por donde iba… y el paisaje casi todo era desértico… Y peor aún, en ese tiempo no tenía Smartphone, es decir, no tenía un mapa, no tenía ubicación, nada, ni siquiera sabía por qué ciudades pasaría. No es como ahora que para empezar, cada vez que viajo sé perfectamente por donde iré, sé qué ciudades visitaré y todo apoyado con el GPS… estamos hablando que fue literalmente en el siglo pasado (1999)
Recuerdo que en una oportunidad, después de unas 4 o 5 horas de viaje el bus paró en la carretera para que la gente fuera al baño y comprara algo. Estábamos en pleno desierto… el paisaje muy similar a las películas del desierto de EU en donde se ve solamente el camino y todo gris, uno que otro cactus y la poca gente con esos sombreros tipo vaqueros… onda Texas…. Entré a la tienda, compré una coca cola… pero al subir al bus, lo vi muy extraño… ¡¡¡me subí a otro bus!!!… lo bueno es que me di cuenta de inmediato, si no, quien sabe qué hubiese pasado… ja ja…
Desde esa vez, pongo especial cuidado cuando, en un viaje, el bus para por un rato. Luego más y más horas de viaje, paramos en un pueblo chico, en una terminal… aquí estuvimos unos 20 minutos o media hora… no sabía donde era, hasta que vi un letrero que decía Bienvenidos a Matehuala… ¿¿¿Matehuala???… ¡¡dónde estoy!! – me pregunté… días después viendo el mapa pude comprender que es una ciudad en el estado de San Luis Potosí.
Seguimos de viaje… un par de horas más y llegamos a otra ciudad… ésta si era muchísimo más grande se notaba como una capital de estado… pero no sabía dónde era… las patentes (placas) de los autos decía S.L.P. pero no sabía qué significaba….
Cuando nos acercábamos a la terminal de buses, en otros buses alcancé a leer San Luis Poto… ¿¿POTO?? ja ja. me dio risa porque en Chile, poto es el modo popular para decirle al culo, al trasero… Después leí otro letrero que decía San Luis Potosí… aaahhhh bueno… no era poto.
Aquí estuvimos cerca de 30 minutos hasta que nuevamente nos pusimos en marcha…Luego de más horas de viaje el bus pasó a otra ciudad… ya era de noche… la ciudad se veía grande… yo pensé que era Ciudad de México porque eran las 19:30 hrs. (12 horas de viaje), pero la verdad es que no era México DF. Cuando el bus paró en el terminal, le pregunté a una persona y me dijo que estábamos en Querétaro… y bueno, aquí comprendí que aún faltaba más viaje…
Después de otras 2 horas de viaje llegamos por fin a Ciudad de México.. a la cual reconocí de inmediato por los taxis, las calles, el tráfico, y la terminal de autobuses del norte que es bastante grande… eran las 9:30 PM… 14 horas en ese bus… uf.. más que cansado… apenas llegando, me fui al hotel a descansar.
El vuelo de regreso
Me levanté temprano, me bañé, arreglé todas las cosas y me fui muy temprano al aeropuerto, para andar relajado de tiempo… así que llegando, documenté mi equipaje y esperé en una sala que creo era la J hasta que nos llamaran a subir al avión.
El despegue fue bonito porque en México había un lindo día, un lindo sol y el smog no era mucho, así que pude apreciar la tremenda ciudad mientras el avión se elevaba cada vez más.
Llegando a Panamá ya era de noche, así que no pude ver lo que vi en el viaje de ida, la bahía y las carreteras…
Luego el vuelo a Santiago me lo dormí casi todo, estaba bastante cansado.
En Chile
Cuando llegué a Santiago, justo había un bus que estaba por salir al terminal, así que me fui de inmediato a la terminal de buses.
Yo tenía un pasaje reservado a Talca en Tur-Bus, para unas 5 horas después, así que fui a preguntar a las oficinas de Tur Bus si había alguna salida a Talca dentro de poco, y si, había disponibilidad, así que salí a Talca media hora después, es decir, unas 3 o 4 horas antes de lo previsto.
No avisé a mis papás y llegué a Talca varias horas antes de lo previsto… una sorpresa.
…y colorín colorado, este cuento se ha terminado.
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